Cómo afecta el estrés calórico a tu granja porcina?
¿Cómo afecta el estrés térmico a la productividad porcina? Varios estudios destacan los efectos negativos del estrés térmico sobre el rendimiento reproductivo de las cerdas y el crecimiento de los cerdos. En cerdas lactantes, un aumento de la temperatura de 18°C a 29°C disminuye la producción de leche entre un 12% y un 26%, lo que repercutió en el crecimiento de la camada (en promedio – 15 kg de peso de la camada; Quiniou et al., 2000; Renaudeau et Noblet, 2001; Silva et al., 2009). Las cerdas expuestas a un estrés térmico durante la gestación sufrieron de partos prematuros. Además, sus lechones pesaron menos al nacer y esta reducción de peso se trasladó al sacrificio. En cerdos de engorde, el aumento de la temperatura provocó una disminución de la ingesta de alimento y del crecimiento (Lee et al., 2019), reduciendo así el peso de la canal en el matadero.
¿Cómo se pueden atenuar los efectos negativos del estrés calorico en el ganado porcino?
Se pueden aplicar varias estrategias nutricionales y de gestión para atenuar los efectos negativos del estrés térmico: disponer de un buen sistema de ventilación, aumentar el flujo de aire en la nave, nebulizar agua, reducir la densidad de los corrales, suministrar agua de alta calidad y utilizar aditivos alimentarios. Centrándose en los aditivos alimentarios, Phodé pretende desarrollar soluciones que ayuden a los cerdos a adaptarse mejor a las condiciones de estrés térmico, con la posibilidad de actuar: A nivel de comportamiento, para mejorar la ingesta de alimento y las actividades normales. A nivel fisiológico, para mejorar la respuesta del organismo.
A nivel de comportamiento, la suplementación con un ingrediente funcional sensorial a base de cítricos, ácidos grasos y aceites esenciales puede ayudar a los cerdos a afrontar mejor el estrés psicosocial que experimentan en un entorno desafiante. Esta solución ayuda a mantener comportamientos normales como la ingesta de agua y concentrado.
Conclusión El estrés térmico puede afectar a las cerdas y a los cerdos en todas las fases de producción, con efectos a largo plazo que repercuten en los resultados reproductivos y de crecimiento. Se pueden seguir dos vías para ayudar a los animales a vencer el calor: mejorar su resistencia en entornos difíciles y apoyar su fisiología.